
















Simone de Beauvoir, feminista francesa, en 1949 escribió el libro “El Segundo Sexo”. Allí plantea que “No se nace mujer, se llega a serlo”. Fue un verdadero descubrimiento: El sexo, femenino, masculino, las genitalidades no están relacionadas con la construcción de los géneros y los roles que se determinan por nacer varón o mujer. Con el tiempo esta mirada se amplió y surgieron nuevas interpelaciones, como la que plantea que, si bien nacemos con genitalidades diferentes no hay sólo dos sexos ni tampoco dos géneros. Hablar sólo de 2 géneros responde a un punto de vista binario y heteronormativo.
“El género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que se perciben entre los sexos; y es una manera primaria de significar las relaciones de poder”. [Scott, Joan.1980]
La heteronormatividad es el régimen social, político, educativo y cultural que impone que la heterosexualidad sea la única sexualidad normal, natural y aceptada. Considera que la genitalidad define y clasifica a las personas en dos géneros: masculinos y femeninos. Persigue y margina a quienes se encuentran por fuera de esa norma. Por ejemplo, personas lesbianas, homoeróticas, bisexuales, trans, travestis, no binaries, intersexuales.
Es el precepto o la orden que un superior da a sus súbitos. Se trata de una disposición, una resolución o una pauta de quien se sitúa en la parte superior de la jerarquía e indica a quienes se ubican por debajo
Son prácticas y comportamientos que ofenden y agreden a las mujeres, lesbianas, travestis, trans, intersex y no binaries. Está sostenido sobre la idea de que el varón es superior por naturaleza al resto de las personas. No es lo opuesto del feminismo, porque este es un movimiento político, social y cultural que apunta a eliminar la discriminación, explotación y opresión de las personas.
Se define como la acción de disciplinar el adiestrar, azotar o flagelar por mortificación o método de suplicio.
“Los estereotipos son opiniones y percepciones generalizadas acerca de atributos o características que las personas poseen o deberían poseer. Por lo tanto, se basan en normas sociales y culturales y no en factores biológicos. Por estar basados en percepciones… los estereotipos pueden tener un efecto negativo ya que no se basan en evidencias de competencias sino en prejuicios sobre algunos grupos de personas.” [Unicef, 2019]
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